Thursday, April 14, 2011

Abrazo de dos flores



Arte gráfico por Obed Arango, 2011©, Blue Bell, Pa. "Abrazo de dos flores" Pieza original 60cmx36cm sobre papel de fibra.


Solemos despedirnos con un abrazo…
Debo decirlo a mi me gusta dar y recibir abrazos. Me agrada por varias rezones, me gusta dar abrazos, porque es una forma de ofrecerme tal cual soy, con alegría o con tristeza, con amor… es una forma de decir, me voy pero me llevas… es una forma de decir: “adiós”, pero, “Nos vemos”…

Me gusta abrazar, asimismo, cuando es importante hacerse presente, cuando un abrazo significa gozo, o solidaridad. El calor humano no tiene sustituto alguno. Un abrazo acompañado de una palabra: “que gusto verte”, “Tienes mi apoyo”, “ te he extrañado”, “me alegro mucho por ti”, “celebro contigo”, "animo", “te quiero mucho”, “te amo” o simple silencio…

Me gusta abrazar cuando llego y cuando me voy. Cuando mi presencia está en el ahí y dejar mi presencia cuando ya no estoy.

Me gusta recibir abrazos de mi familia, de mis amigas y amigos, de las personas que se que me aprecian y aceptan tal cual soy... incluso de los extraños, cuando en la espontaneidad hay un "click" humano...Me gusta recibir abrazos cibernéticos cuando alguien a través de un correo o de un mensaje breve en FaceBook se despide y dice: “un abrazo grande”. Eso abrazos también los recibo y los siento, porque significan, porque así sería si estuviéramos cara a cara.

Ayer pude asesorar a una estudiante de antropología que hace su maestría en Ginebra Suiza, ella deseaba saber más de la lucha de la comunidad inmigrante. Lo que al inicio fue una entrevista por mi papel como activista y periodista, terminó como un diálogo de iguales… y en ese diálogo ella notó que había sido (y soy) profesor, atendí sus preguntas teórico-metodológicas y expresó agradecimiento por el conocimiento compartido y las dudas aclaradas. Le llevé a la estación del tren y la encaminé al andén, al despedirnos me dijo: “Obed te puedo dar un abrazo”, le dije por supuesto que sí amiga, y mientras le decía "no dejes de estar en contacto", me abrazó fuertemente y me dijo, “gracias, me has compartido desde la lucha y desde tu conocimiento”, le repliqué, "gracias por escuchar y por viajar desde el otro lado del mundo para saber de nuestros retos, pasiones y batallas por la justicia, gracias por tu solidaridad". Nuestras manos se juntaron después del abrazo y sonreímos. Le dije, "adelante compañera". Un dicho que solo tengo para quienes merecen un respeto profundo de mi parte por el corazón de lucha que muestran y que les motiva a vivir.

Esta pieza gráfica de “Abrazo de dos flores” es una expresión del abrazo humano, una flor eres tu y la otra soy yo... al final se que cuando ya no este aquí, mis abrazos seguirán contigo. Un abrazo.

Tuyo.

Obed Arango

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