Tuesday, January 19, 2010



Ten Years of Photography 2000-2010

Oración

Señor, no se ni por donde comenzar.
Si por los rostros que me vienen a mi mente
de cuando inmigrante en tierra extraña
me brindaron una mirada de esperanza,
o por la manos de quienes en momentos
precisos me sostuvieron cuando caía,
o de aquellos abrazos que el calor compartía
en tiempos de lucha.

No se Señor, si es el momento en que vi. a
mis hijas, crecer y caminar con aire de alegría en
los pasillo de la vieja escuela, y sobre su triciclo
imaginaban mil mundos
viajamos de Estados Unidos a México cada día
y en sus pequeñas mentes saludaban
a su papea grande y mamá grande, tíos y tías...
Juntábamos los cubos de la
biblioteca infantil
y cerrando la puerta hacíamos de ese espacio
nuestro mundo íntimo y personal
donde leímos mil novelas,
platicamos mil sueños
y caminábamos en mil veredas.

No se Señor, o por la mano de mi amada esposa
cuya gracia y fortaleza ha abrazado mi complejo
corazón, sin juicio ni desaliento, sino
que esperanza cierta ha puesto en mí y
a cada momento me ofrece una sonrisa, una palabra
y respeta mi mundo íntimo complejo, inhóspito,
y lejano.

No se Señor si cuando el arte fue visto por
primera vez por ojos extranjeros,
y la amiga curadora con fe en el fotógrafo
abrió las puertas de aquel bello recinto
año tras años, vez tras vez...

No se Señor si en la imagen de la
tres medusas que me devolvió
la vocación y espíritu
y mi mirada se clavo en tu mirada
de mil rostros de la bella
América Latina.

No se Señor, momentos vienen a mi mente,
de cuando mi mano entraba al bolsillo
y vacío este negaba la paleta que mi hija deseaba
o cuando con esperanza abrí la puerta
con las llaves de la que casa que hoy llamamos hogar.

No se señor si cuando
la impiedad e injusticia ató mis
manos al escritorio y la silla
a los cables y alejó la cámara de mi ojo
y solo por deseo, por lucha
no me abandonaste y me devolviste mi arte.

No se Señor, si en mis muertos difuntos
rostro que no vere ya mas en esta vida
y a quienes extraño
porque sieno que el mundo
ha cambiado...

No se Señor si cuando la bruja
chupo la sangre de mis venas
y a carcajada abierta pateaba mi rostro
sin misericordia y solo adentro
tu luz me iluminaba como
una cosa cierta de que el dolor y
la injusticia pasará.

No se Señor si cuando el sueño
se hizo realidad y el pequeño taller
abrió una mañana conmigo de rodillas
orando en silencio para que el pan cotidiano
llené la alforja y la creatividad surja como río
de ese pequeño cuarto, cielo
espacio, esquina, mi taller.

No se Señor, si cuando la bella amiga,
de ojos azules y abrazos profundos
me hablo por primera vez y por vez última
antes de ir a tu presencia y hoy es agua y río.

No se Señor, si cuando la Luz Azul apareció
nuevamente en mi vida
y me dio los diálogos y pensamientos más estimulantes
de diez años que me permitió con convicción hoy
decir que la mirada común siempre vivirá.

No se Señor, si por la amiga fiel
que con el espíritu del Dr. King
defendió mi honra, mi nombre
y construye conmigo un sueño.

No se Señor, por las mil luchas
frustraciones, injusticias a mi gente
en al que día a día afirmamos
que tu voz y tu palabra
se manifiesta en manos y pies que
buscan y hacen justicia.

Tantas cosas Dios mío, buenas y malas
dulces y amargas,
fuertes y tiernas
firmes y suaves,
tantos momentos en el que mi rostro maduró
mi voz tomó otros tonos,
mi ojos miraron distinto
mis pasos caminaron otras calles
y mis rostro sintió otro viento,
frío helado, cortante, de luz tenue.

Tantas cosas Dios mío.
Tantas cosas en las que vi tu presencia
tus pensamientos me inundaron,
tus pasos me fortalecieron,
me hicieron volar como águila en la angustia
y me dieron la vitoria y la sonrisa.
Fuiste potencia,
fuiste defensa,
fuiste pilar
fuiste silencio,
fuiste voz fuerte
fuiste viento de caricia
y de sonido agitado.
Tanto Dios mío.

Que hoy solo digo gracias,
gracias por todo,
por cada momento y lucha.

Y solo te pido de manera humilde, de manera
apenada me perdones,
cuando perdí segundos, minutos, horas,
cuando no luche como debía o no hable la palabra justa,
o cuando mis pies no caminaron al ritmo que se tenía.

Te pido perdón y de manera sencilla, y humilde
en lo imperfecto de mi labor y sueños,
de mis momentos de cansancio y brío,
de mis momentos de lucha y victoria
de mis momentos de lucha y derrota,
de mis momentos de lloro, y lágrima,
de mis rostro metido entre dos almohadas
y de mi voz silenciada en el eco del adentro.
Te pido amor, restitución perdón y fortaleza

Y sí te pido por todos esos rostros
que tú Dios seas mil por cada uno que toco mi vida
al amigo y a la amiga,
a mis hijas y esposa,
A mi familia lejana y cercana,
a quienes me amaron con su voz, palabra y pensamiento
o solo con el deseo y la sonrisa.

A todos ellos confirma la obra de sus manos
y te pido confirmes también las mías.
Sí también las mías.

Termino donde comienzo
Gracias por una década de estar en la tierra de Egipto,
tu me darás la victoria, lo se.
Digo adiós a mis treintas con un suspiro
de vida.
Gracias Señor.

Obed Arango

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